Empezé siendo mortal, una noche me desperté y no sentí mi aliento ni mi caminar.
Me sentía flotando, como avión por el cielo, mas sentí un nuevo gusto que jamás pude imaginar.
Ahora ya no soy normal, pues mas bien soy algo singular, pocos me ven, hacen bien, pues los que me ven, al otro mundo se van.
Mi adicción es incontrolable como un pez nadando en el mar y se que ese manjar, llamado sangre, mas bien es algo peculiar.
Muchos lo destestan, es normal, yo al no ser normal, me encanta ese manjar.
Ahora vivo en un castillo, a las orillas del mar, como cual persona vive en la ciudad, yo duermo por las mañanas, me despierto por las noches, como cualquier murciélago hambriento. Soy inofensivo, como un tigre atado, pero cuando me atacan, te agarro y te desangro!!!.
Ya acabo aqui mis últimos versos, pues sueño tengo, aún asi no te confies mortal, puedo encontrarte en cualquier lugar.
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